Fotos a color de la Primera Guerra Mundial

The First World War in Colour es un libro indispensable para todos los amantes de la historia y la fotografía, de la editorial TACHEN y gracias al buen hacer de Peter Walther. En el libro se muestran más de 320 fotografías en color procedentes de archivos en Europa, Estados Unidos y Australia, que proporcionan una visión sin precedentes de la Primera Guerra Mundial desde 1914 a las celebraciones por la victoria en París, Londres y Nueva York en 1919. Logramos tener este valioso testimonio gracias a la técnica del autocromo, que desarrollaron grandes pioneros en el mundo de la fotografía como Paul Castelnau, Fernand Cuville, Jules Gervais-Courtellemont, Léon Gimpel, Hans Hildenbrand, Frank Hurley, Jean-Baptiste Tournassoud y Charles C. Zoller.

El libro completo de tapa dura, cuesta en torno a 39,99 euros en la propia editorial TASCHEN, pero en Amazon lo encontraréis por 25,14 euros. A continuación, os dejo algunas de las imágenes del libro que no se a vosotros, pero a mi me han impactado y emocionado al mismo tiempo.

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¿Cuándo se tomaron las primeras fotografías en color?

Las primeras pruebas para obtener fotografías en color se realizaron ya en el siglo xix. A partir de 1902, el sistema de los tres colores se aplicó a la reproducción en color profesional, tanto en la impresión de libros como de revistas. En el ámbito de la fotografía para aficionados, la fotografía en color estuvo disponible cuando se introdujo la técnica del autocromo en 1907.

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¿Qué es un autocromo?

Los autocromos son imágenes transparentes sobre vidrio, similares a las diapositivas, que para ser vistas tenían que colocarse en visores especiales o se proyectaban para que varias personas pudieran verlas simultáneamente.  Fue el primer proceso viable de fotografía en color, inventado en 1904 por los hermanos Lumiere.

Para fabricar la película autocroma se partía de una capa de diminutos granos de almidón teñidos con los colores primarios (rojo, azul y verde), detrás de la cual se adhería una película «pancromática». Al tomar la fotografía estos granos de almidón actuaban como filtros de la película. Esta se sometía luego a un revelado inverso, presentando las imágenes unos característicos tonos pastel.